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| Foto de Gabb Tapique en Pexels.com |
A nadie le gusta esa sensación grasosa y la suciedad que se acumula en tu rostro, sin mencionar el brillo que te hace estremecer ante la idea de la fotografía con flash. Pero hay una solución para este problema y es más simple y sorprendentemente más suave de lo que piensas.
En primer lugar, debe saber qué causa la piel grasa. Glándulas sebáceas hiperactivas que producen el sebo (un lubricante y humectante natural de la piel) son los principales culpables. Como también se acumula mucho sebo, se vuelve espeso y de textura pesada, lo que la hace ver grasosa.
Si se deja desatendida, la piel grasa se convierte en la base del brillo excesivo, las espinillas y las imperfecciones.
Pero si bien esta condición tiene un lado negativo, también existe uno bueno. La piel con glándulas sebáceas activas tienden a ser menos propensas a mostrar arrugas y otros signos de envejecimiento en comparación con otros tipos de piel. Esto se debe a que el aceite mantiene más humedad en la piel haciéndolo más flexible y elástico, por lo tanto hay menos arrugas.
Así que no te preocupes por tener piel grasa, puede ser una bendición disfrazada en 10 a 15 años más si se le das el cuidado adecuado.
Pero si no le das un tratamiento adecuado, este tipo de piel puede producir poros obstruidos, puntos negros y acumulación de células muertas en la piel que dificultan tener una piel más clara y sana.
Por ahora, no existe una solución rápida para tratar con éxito la piel grasa. La paciencia es tu mejor herramienta ya que no sólo abordas el problema desde su superficie, sino que está también dentro del cuerpo.
El éxito puede tardar un tiempo en alcanzarse y, en algunos casos, es posible que necesites un profesional. Y en la mayoría de los casos, la condición simplemente se controla y nunca totalmente es resuelta pero tu piel mejorará su condición con el tiempo.
Lo primero que debe hacer para tratar la piel grasa es eliminar el exceso de sebo de la cara, sin secado total de tu piel. Demasiado lavado y "desengrasado" puede hacer que la situación empeore ya que despojar su piel de aceite hará que tus glándulas sebáceas trabajen horas extras en producir aún más sebo.
El método correcto y equilibrado es limpiar la piel con un jabón muy suave o tensioactivo.
No debe contener aceites u otras sustancias "grasas" que puedan aumentar la condición que ya tienes.
Este tipo de producto elimina la sensación de grasa y limpia la suciedad superficial que se ha acumulado debido al aceite.
Algunos productos contienen pequeñas cantidades de AHA (alfa hidroxiácidos) que eliminan suavemente las células muertas de la superficie exponiendo una capa de piel más fresca. Usa esto de forma regular para obtener los resultados esperados. Después de utilizar el jabón, debes utilizar algo que no contenga cremas, ni aceites, y preferiblemente que sea a base de agua, puede ser un humectante, solo para compensar los efectos secantes del limpiador.
Usa un astringente o tónico suave todos los días para eliminar el exceso de grasa en tu rostro. Evita productos a base de alcohol que son muy fuertes. Incluso si sientes que elimina el exceso de grasa, da igual que con los limpiadores, en realidad estás fomentando a que tu piel produzca una mayor cantidad de sebo si seca tu cara completamente.
Para evitar obstrucciones, limpia tu cara al menos dos veces al día, pero no la frotes con fuerza, ya que puedes lastimar tu piel, en vez de ayudarla. Una ligera presión de los dedos es suficiente fricción para deshacerse de la piel muerta y opaca.
Con piel grasa, no es necesario hidratar todos los días pero en algunas ocasiones puedes sentir resequedad debido al uso del limpiador y del tónico, aplica un humectante ligero sin aceite y evita los productos que contienen sustancias como aceites minerales y manteca de cacao, ya que son demasiado emolientes para tu piel.
Para maquillarte, elige productos sin aceite, especialmente para tu base y rubor.
Pueden ser productos a base de agua que no obstruyen tus poros.
Algunos productos de base están diseñados para absorber el aceite, que puede controlar el aspecto brillante durante el día.
Como ocurre con cualquier tipo de piel, no olvides aplicar protector solar (que NO contenga aceite, claro).
Existen formas alternativas de protector solar y el gel se está convirtiendo en una opción popular.
ya que es menos graso que las lociones de protección solar convencionales. Para ser eficaz, tu protector solar debe tener al menos SPF 15.
Si tienes brotes graves de acné, usa limpiadores que contengan una cantidad leve de salicílico ácido que aclara tu piel. La crema hidratante que contiene la misma sustancia también es un buen complemento.
Por último, trata de vigilar también tu dieta. Los almidones refinados, el azúcar y los alimentos procesados pueden agravar tu piel naturalmente grasa. Elije alimentos bajos en grasa y come más frutas frescas, verduras y cereales. Bebe mucho líquido (de 6 a 8 vasos al día) de agua, jugo o tés que mantienen un buen tono de piel. Toma vitaminas y minerales en alimentos que los contengan, según lo que recomiende tu médico, especialmente vitaminas del complejo A, C y B.
Tu piel tardará un tiempo en ponerse en forma y ser menos grasosa. pero el esfuerzo y la disciplina que pongas dará sus frutos. Y como se mencionó antes, mientras cuidas tu piel grasa los beneficios de una piel menos arrugada y seca te recompensará muchos años más tarde.
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